Nuestra mente está en constante movimiento, vanidad, trabajo. Si intenta observar sus pensamientos desde un lado, queda claro que la mente no descansa ni un segundo. Al mismo tiempo, varios pensamientos pueden destellar en nuestra cabeza, la atención se puede enfocar en uno e inmediatamente cambiar a otro. Como regla general, la mayoría de los pensamientos que dominan nuestra conciencia son negativos: arrepentimientos por el pasado o preocupaciones por el futuro. Tal ritmo del proceso de pensamiento agota a una persona, la pone ansiosa, inquieta, nerviosa. Incluso en el sueño, la mente no se calma, proporcionándonos imágenes de sueños.
Estando constantemente en tensión, perdemos contacto con nuestro subconsciente, perdemos la voz de la intuición, dejamos de "sentir" la vida. La meditación ayuda a restaurar la armonía y la calma perdidas en el alma. Desafortunadamente, en la sociedad moderna existe la opinión de que solo las personas altamente espirituales, casi santas, que han encontrado la verdad en la vida y que están destinadas a ayudar a las personas, se dedican a la meditación. Esto no es verdad. La persona más común puede dedicarse a la meditación, lo principal es ser paciente, ya que la primera vez puede que no sea posible relajarse por completo.
No es necesario sentarse en la conocida posición de loto y conectar los dedos en una posición específica. Basta con sentarse cómodamente, proporcionándose un completo silencio y comodidad. No pensar en nada a la vez no funcionará. No se concentre en esto, trate de relajarse lo más posible, escuche sus sentimientos durante la meditación. Escuche los latidos de su corazón, el pulso, concéntrese en su respiración. Inhala exhala. Inhala de nuevo, exhala. Respire profunda y lentamente. Si un pensamiento viene a tu cabeza (y vendrá, y no uno), imagina que simplemente pasa sin captar tu atención. Y te concentras solo en la respiración.
Con la práctica, aumentará el tiempo en que los pensamientos no surgen. Y es entonces cuando la conciencia se aclara, llega la sensación de calma, serenidad, felicidad. Durante la meditación, una persona se alimenta de energía cósmica pura, se llena de ella a través de los centros de energía: los chakras. Esta energía es esencial para nuestra vida, salud y bienestar.
Como dijo Osho:
"La mente es algo antinatural, nunca se detendrá, no se convertirá en tu estado natural. Pero la meditación es un estado natural que hemos perdido. Es un paraíso perdido, pero el paraíso puede ser devuelto".
El estado de meditación tiene un efecto curativo maravilloso. Está científicamente comprobado que la meditación afecta el metabolismo, mejora la actividad cerebral y normaliza la presión arterial. La meditación tiene un efecto maravilloso en el estado mental, ayuda a relajarse, aliviar el estrés mental y el dolor físico.
Solo unos minutos de meditación le darán a su cuerpo un descanso completo, proporcionándole elevación y bienestar mental.