La respiración de nuestros antepasados

 Nuestros antepasados ​​se dieron cuenta claramente de que una persona obtiene energía en su cuerpo no solo de los alimentos, sino que también la absorbe a través de la respiración y del aire a través de todos los poros de la piel del cuerpo.

respiracion


El cuerpo humano experimenta la acción del aire y el viento a lo largo de su vida de forma continua. Cuando inhalamos la energía del aire, se acumula en nosotros, como en las baterías que absorben la electricidad. Y de esta forma se fortalecen tanto nuestro cuerpo físico como nuestra fuerza psíquica interior. Por lo tanto, nuestros antepasados ​​siempre han otorgado gran importancia al cultivo de la respiración correcta.

Los antiguos curanderos eslavos sabían y sabían cómo utilizar los ejercicios de respiración en su práctica médica. Éstos son algunos de ellos:

"Respiración completa": distribuye el aire por todo el volumen de los pulmones. Empiece a inhalar aire lentamente en su interior (con la nariz cerrada), fijando su conciencia en la expansión (llenándose de aire) primero del abdomen y luego del pecho. 

Luego haga una breve pausa, equivalente en tiempo a la mitad de lo que gastó en inhalación. Luego comience a exhalar todo el aire también lentamente por la nariz al mismo tiempo que al inhalar, bajando (liberando) gradualmente el abdomen, el diafragma y el pecho. 

Luego nuevamente una breve pausa, igual a la mitad del tiempo de exhalación. Repite todo de nuevo varias veces hasta sentir cómo la energía vital fluye hacia tu cuerpo junto con el aire, llenando tus pulmones, diafragma e intestinos hasta sentir una leve sensación de hormigueo.


"Aguantando tu respiración." Este ejercicio se realiza mejor mientras está acostado e inhalando, por lo que no debe haber energía libre (no utilizada) en los pulmones. Acostado de espaldas y relajándose, comience a respirar profundamente. Luego, mientras inhala, contenga la respiración el mayor tiempo posible mientras espera. Luego exhale con fuerza por la boca abierta. Nuestros antepasados ​​también notaron que con una retención prolongada de la respiración en el cuerpo humano, comienza un déficit de energía, durante el cual se desintegran todas las estructuras energéticas introducidas en el cuerpo desde el exterior, por lo que el sistema energético natural de una persona es entonces alimentado. Ésta es la base del efecto terapéutico de contener la respiración.


Respiración de todo el cuerpo. En este ejercicio interviene todo el cuerpo, y especialmente la piel humana, a través de la cual la mayor cantidad de energía proviene del exterior. El cuerpo humano puede ganar energía en distintas partes, por ello, la técnica del ejercicio se basa en dirigir mentalmente cada respiración a una determinada parte del cuerpo, centrándose en ella precisamente en el momento de la inhalación.


"Aliento purificador". Como regla general, esta respiración es el final de todos los procedimientos de bienestar basados ​​en la respiración. Mientras inhala, haga una "respiración completa", sosténgala durante unos segundos y luego, con sacudidas (sacudidas), exhale el aire por la boca hasta que los pulmones estén completamente vacíos. Tal ejercicio limpia al máximo la estructura energética de su cuerpo de contactos extraños o desfavorables.


"Respirar para mejorar el rendimiento de la memoria". De pie con la espalda recta, doble la cabeza y comience a inhalar aire lentamente con la nariz. Luego, levante la cabeza y, con los ojos abiertos, contenga la respiración durante 8 a 10 segundos. Luego, vuelve a inclinar la cabeza, dobla los labios en un tubo y exhala lentamente hasta el final. El ejercicio debe repetirse 4 veces (4 respiraciones y 4 respiraciones). Realizar tal ejercicio es suficiente una vez al día durante 20 días. ¡La memoria estará bien!


Nuestros antepasados ​​siempre han utilizado el "aire endurecedor" al máximo. Después de todo, tal acción realmente estimula todas las defensas del cuerpo, cura y previene enfermedades de los sistemas respiratorio y cardiovascular. Los baños de aire todavía se consideran el mejor remedio profiláctico y de salud, y especialmente los baños que se toman al amanecer, cuando el sol penetra todo el aire con luz ultravioleta y satura el cuerpo de energía vital.