Una vez un discípulo de un médico le preguntó a su mentor:
- Maestro, cuénteme el principal secreto de la longevidad
- La base de la longevidad - dijo el Maestro - es la salud, y la base de la salud es la calma. La persona tranquila no destruye su cuerpo con amor apasionado, odio indomable o deseo insaciable. No socava las raíces de su salud con alegría y tristeza, añoranza y miedo; pero, evitando todo lo superfluo, nunca niega que, dar placer, no viola la armonía del yin y el yang.