Pirámides de Caral en Perú

 Son las ruinas de una de las ciudades más antiguas de América en el norte de Perú (a 3 horas en auto desde la capital), que cubren un área enorme de 66 hectáreas. De acuerdo con datos científicos modernos y análisis de radiocarbono, se ha determinado que las pirámides de Caral se construyeron aproximadamente entre el 3000 y el 2100 a.C., en el llamado período precerámico (precerámico).


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Las estructuras de la civilización Norte Chico surgieron un milenio después del surgimiento de la civilización sumeria, fueron contemporáneas de las pirámides del Antiguo Egipto y antecedieron a la cultura olmeca centroamericana en casi 2 milenios.

Según la nomenclatura arqueológica, Norte Chico es una cultura pre-alfarera del período arcaico tardío; la cerámica está completamente ausente, el número de obras de arte es extremadamente pequeño. El logro más impresionante de la cultura Norte Chico es su arquitectura monumental, con plataformas rodantes y plazas circulares. 

La evidencia arqueológica sugiere que esta cultura poseía la tecnología de hacer tejidos. Quizás hubo un culto a los símbolos de las deidades, que es típico de otras culturas andinas precolombinas. Se cree que la antigua cultura Norte Chico requería de un sofisticado sistema de gestión para gobernar, y aún quedan interrogantes sobre cómo funcionó.

Las pirámides de Caral se descubrieron por primera vez por la arqueóloga Ruth Shady Solis en 1997. En este momento, las excavaciones están terminadas en un 50%.

Las pirámides de Caral se ubican en el Valle de Supe, incluye varias estructuras antiguas, con plataformas que pueden albergar dos estadios de fútbol y edificios de cinco pisos.

El significado de estas estructuras y la historia de esta ciudad es un misterio. Como siempre, existen varias teorías en estas situaciones. Uno de ellos es oficial y hay muchísimas interpretaciones.

Sin embargo, todos están de acuerdo en que este lugar era de naturaleza ritual y de culto. Los habitantes de la ciudad también desaparecieron, sin dejar rastro ni cementerio, aunque vivieron allí durante más de mil años.