Se trata de enormes losas de piedra salvaje, procesadas toscamente por el hombre primitivo y clavadas verticalmente en el suelo. En altura, pueden alcanzar los 20 m, ¡y algunos pesan hasta 200 toneladas!
Todavía no hay datos exactos para qué propósito los antiguos crearon menhires: ya sea para comunicarse con el espacio o para ofrecer sacrificios a los dioses. Los gigantes de Khakassian están ubicados en un área anómala, justo encima de las fallas tectónicas de la corteza terrestre. A través de estas fallas, como a través de canales, penetra desde las profundidades de nuestro planeta una energía desconocida para la ciencia, que tiene un efecto definitivamente positivo en el cuerpo humano.
Las dos piedras más grandes se llaman la "Gran Puerta". Dicen que si pides un deseo estando entre ellos, se hará realidad al cien por cien. Encontrar menhires es bastante fácil: debe llegar a la capital de Khakassia, Abakan.