En el territorio de la región de Rostov, los arqueólogos descubrieron un casco de un antiguo legionario romano y varios otros artículos del período del Imperio Romano. Los trabajadores que estaban ampliando la carretera Rostov-Taganrog tropezaron accidentalmente con el tesoro. El hallazgo se convirtió en una verdadera sensación, antes de eso, tales cosas no se habían encontrado en estos lugares.
El hecho de que para la gente común sea solo un montón de escombros, para los arqueólogos de Rostov es una verdadera sensación histórica y científica. Según los expertos, hace cuatro mil años, estos fragmentos eran el casco de un soldado romano. En este momento, los restauradores están trabajando en su restauración.
El trabajo más duro está por delante. Los científicos deberán restaurar las almohadillas de las mejillas, que tienen un revestimiento plateado. Esta es la parte más difícil. Tendremos que trabajar por separado la plata y el hierro.
Cientos de fragmentos de diferentes tamaños se procesan y ensamblan cuidadosamente. Este es un trabajo muy minucioso que requiere la habilidad de un joyero.
Según Victoria Petrova, participante en el trabajo de restauración, este casco deberá ensamblarse a partir de muchas piezas pequeñas. Primero, se procesarán por separado y luego, como un rompecabezas, se ensamblarán en una imagen grande. Lo más importante es no destruir nada.
Se encontraron fragmentos del casco cerca de la carretera Rostov-Taganrog durante la ampliación de la carretera. Junto a los restos, también se encontraron otros objetos que datan de la época del Imperio Romano. Según los científicos, los artefactos han estado enterrados durante al menos dos milenios.
Según Yuri Gordin, el jefe del trabajo de restauración, el pomo de la vaina, que se encontró dentro del casco, está hecho de bronce que se ha descompuesto en agujeros. La tarea de los restauradores es reparar y preservar el estado del artefacto para evitar que el oxígeno altere el equilibrio químico y comience a destruir los elementos.
Los arqueólogos llamaron a este hallazgo único. Nada como esto se almacena en ningún museo ruso. Los científicos aún no saben cómo llegó este casco al territorio de la región de Rostov. Según una versión, este es un tesoro perdido. Pero hay otras suposiciones sensacionales que obligarán a los especialistas a mirar de nuevo la historia del sur de Rusia.
Según el arqueólogo Igor Gordin, el hallazgo dio una idea de que el Imperio Romano extendía sus alas hacia el sur de Rusia, ya que el casco es de tipo helenístico tardío, celta.
Lo más probable es que el casco perteneciera a un oficial romano del siglo I-II a.C. Un simple legionario no habría podido permitirse un tocado así. Por razones de seguridad, el lugar donde se almacena el hallazgo y su verdadero valor no se divulgan.