Los lujosos balnearios siempre se han construido directamente para los ricos locales. Para aquellos que están cansados de la vida cotidiana, se construyeron casas en un estilo futurista con habitaciones redondas y escaleras curvas. Aquí reinaba la belleza y el lujo.
Sin embargo, los trabajadores durante la construcción se dieron cuenta de que San Zhi estaba bajo una maldición. Hubo accidentes incomprensibles: decenas de constructores murieron en circunstancias misteriosas: se rompieron el cuello, cayeron desde una altura (incluso con cuerdas de seguridad), murieron bajo grúas derrumbadas.
Mucha gente estaba segura de que este pueblo estaba habitado por espíritus malignos. Los residentes se contaron historias sobre el "campo de exterminio" japonés, que alguna vez estuvo ubicado en estos lugares.
La construcción se detuvo a fines de la década de 1980. Los desarrolladores esperaban que estos apartamentos "reales" de San Zhi encontraran a sus dueños, pero todas las negociaciones terminaron en nada. Los taiwaneses supersticiosos, antes de comprar un resort tan lujoso, hicieron preguntas sobre el área y, al enterarse de las características siniestras de este lugar, se negaron por completo a invertir en bienes raíces.
Eventualmente, este complejo de lujo planificado se convirtió gradualmente en un pueblo fantasma. Las casas redondeadas se encuentran en un estado de abandono, no encontrará una sola alma en las hermosas playas y los caminos están cubiertos de maleza. Las autoridades locales alguna vez quisieron demoler el complejo abandonado, pero una ola de protestas de los residentes locales se lo impidieron. Tienen mucho miedo y están convencidos de que después de la destrucción de las casas, los espíritus malignos saldrán a caminar por los pueblos más cercanos.