Historias terroríficas acompañan la historia de esta pequeña isla. En el siglo XIV, durante la era de la Peste Negra, aquí se traían enfermos irremediablemente de la peste, que no tenían ninguna posibilidad de recuperación. Una gran cantidad de personas murieron gradualmente en agonía, por lo que aquí se creó una fosa común.
Según otras fuentes, se sabe que los cadáveres no fueron enterrados, sino quemados, por lo que en el suelo del lugar se encuentra la mitad de las cenizas de restos humanos. Sin embargo, esto es solo el comienzo de una terrible historia.
Más tarde, en 1922, se equipó en la isla un hospital psiquiátrico, en el que pronto todos los pacientes comenzaron a sufrir dolores de cabeza y afirmaban que la isla estaba plagada de fantasmas de muertos.
Pero esto solo le hizo el juego al médico jefe, quien llenó a los enfermos mentales con antipsicóticos y experimentó con ellos. El edificio en ruinas de la clínica con ventanas enrejadas, camas y equipos médicos aún se conserva en la isla. También hay un campanario (ahora sirve como faro), desde el cual, según la leyenda, se arrojó un médico loco al final de la historia.