Una niña de quince años que fue sacrificada por los incas hace unos 500 años y descubierta por arqueólogos en 1999 sufría de una infección pulmonar bacteriana. Los expertos llegaron a esta conclusión después de que dejaron de usar el análisis de ADN habitual, que, según ellos, tiene una serie de deficiencias, y comenzaron a trabajar intensamente con el análisis de proteínas.
La enfermedad de la momia, llamada "Virgo", es similar a la tuberculosis. Los expertos esperan que el descubrimiento realizado resuelva varios problemas importantes a la vez: en primer lugar, ayudará a evitar la aparición de enfermedades peligrosas del pasado en nuestro tiempo y, en segundo lugar, ayudará a combatir mejor las dolencias actuales. La "Virgen" junto con otra momia, un niño de siete años, fue encontrada en 1999 en la cima del volcán Llullaillaco en Argentina a una altitud de unos 6,7 kilómetros. Según los historiadores, los incas creían que en los picos nevados de las montañas estarían más cerca del cielo, lo que permitiría escuchar mejor a los dioses. Por cierto, también se descubrió una tercera momia, una niña de seis años, pero no despertó el interés de los científicos debido a que un rayo que cayó sobre ella podría afectar los resultados.
Según los expertos, el análisis de ADN tiene una serie de desventajas, en particular, sus muestras pueden contaminarse con bastante facilidad. Si bien la nueva técnica puede ayudar a resolver los mayores misterios del pasado, por ejemplo, será posible descubrir por qué las consecuencias de la gripe en 1918 (la pandemia de gripe española) fueron tan trágicas.